Análisis de Mount and Blade 2: Bannerlord para PC

Si algo he aprendido desde que tuve mi primer juego, es que la paciencia da grandes recompensas. Ocho años han sido los que hemos tenido que esperar para poder jugar a lo nuevo de Talewords, pero ya podemos disfrutar una vez más de batallas y diplomacia. En este análisis de Mount and Blade 2: Bannerlord os contaré cómo.

Tenía muchas ganas de poder disfrutar de esta nueva entrega. No me sorprendió cuando anunciaron que saldría como un Early Access (Acceso Anticipado). Esta práctica es muy común en algunas empresas, como el conocido Larian Studios, quien ha lanzado por fin Baldur's Gate 3 esta semana.

Taleworlds es famoso por preferir sacar un juego pulido a meter la pata con fechas demasiado prematuras, y su decisión fue acogida con los brazos abiertos por los jugadores. De esta manera aquellos que lo han comprado antes pueden colaborar con el estudio, reportando problemas y probando nuevas mecánicas. Con cada parche, los desarrolladores, se aseguran que todo lo que anunciaron vaya saliendo a su debido tiempo.

Pero bueno, creo va siendo hora de poner toda la carne en el asador y afilar el hacha, ¿no?

Bienvenidos a Calradia.

Nuestra aventura empieza con la familia y la niñez. Mount and Blade 2: Bannerlord (Bannerlord para los amigos) nos presenta preguntas y decisiones, al puro estilo RPG, con el que construimos el trasfondo de nuestro personaje. Podemos elegir desde ser el hijo de unos cazadores a unos simples vagabundos. Cada elección nos sumará una pequeña cantidad de habilidades y atributos con los que iniciaremos nuestro viaje.

La facción donde hayamos nacido nos dará ciertas ventajas a tener en cuenta. Mi elección favorita es la gente de Sturgia, los nórdicos de Calradia, quienes tienen un pequeño bonus al combatir en clima nevado. Si me apetece blandir una lanza y sacar el caballero que hay en mí, el reino de Vlandia es perfecto. Sin olvidar que, con esta elección, las tropas reciben un bonus de experiencia al combatir.

En total tenemos 6 facciones a elegir, todas con su cultura, su historia y por supuesto sus tropas únicas.

Bannerlord tiene una campaña que te ayuda a dar tus primeros pasos, desde reclutar a tus primeras tropas hasta formar tu reino. Durante nuestra aventura nos iremos encontrando con misiones que nos ayudarán a ganar Renombre, algo muy importante si queremos reclutar a mejores tropas y ganar amigos poderosos.

Desde proteger un rebaño de ovejas a despejar un refugio de saqueadores, Bannerlord nos ofrece una variedad actualmente escasa de misiones. Pero no os preocupéis, ya que se añaden nuevas conforme se publican actualizaciones y parches para el juego.

Hierro y oro

Hay que decir que el sistema de misiones está bien para ganar dinero y renombre, pero lo que más disfruto son las batallas a gran escala y los asedios.
La mejor manera de empezar es vendiendo tu espada al mejor postor. ¿Que el Imperio del Sur está en guerra con Battania? Elige quién puede tener más denares (la moneda del juego) y únete a sus tropas. Y si lo que te pagan no es suficiente, a otra cosa mariposa, ofrécele tu espada a quien más te cunda.

Bannerlord tiene un lugar para cada jugador. Si te va la marcha y el dinero fácil, unos cuantos encargos matando por aquí y por allí te bastarán.
Si la vida de mercenario no es lo que buscas para tu clan, mejor ofrece tu vida al vasallaje. Tu estandarte ondeará junto al de tu nuevo señor y sus otros vasallos. Esto no sólo te dará un estatus social mejor que el de un mero mercenario sino que, además, podrás poseer castillos, aldeas y, si juegas bien tus cartas, incluso controlar una ciudad. Eso sí, deberás superar una votación que te costará Influencia.

Ésta sirve también para poder activar leyes, así como para firmar la paz e incluso declarar la guerra. ¡Y no te olvides de hacer amigos! Incluso en los juegos es importante mantener nuestro nivel social y tener algunos contactos; nunca sabes cuándo los puedes necesitar.
Aunque otro señor le haya jurado lealtad al mismo rey que tú, no siempre les caerás bien, así que ten cuidado con a quien molestas cuando tomes decisiones. No es la primera vez que un clan influyente consigue exiliar a otro más débil y en Calradia puedes tener enemigos en cada esquina. Y hasta debajo de las piedras también, no las subestimes.

A veces, la mejor manera de ganarte a un señor feudal es casarte con su hijo/a. O casar a tus hijos, tu decides.

Para los que sois más de ganar dinero a mansalva, la vida del comerciante puede ser vuestra mejor elección. Desde controlar caravanas, conocer los productos que se venden, hasta jugar con la oferta y la demanda. Con un poco de estrategia y unas buenas mulas puedes llenar el saco de dineretes fácilmente, ¡pero cuidado con tus rivales y los saqueadores!

Entre tanta sangre y negocio a veces nos apetece divertirnos un poco con el pueblo, y de paso conseguir unas cuantas monedas. Como buen juego de ambientación medieval, podrás participar en torneos al viajar a una ciudad. Solo necesitas dinero para apostar y tus habilidades como guerrero. Ah, y un pequeño detalle sin importancia, sobrevivir a todas las rondas, claro.

Si te alzas como vencedor entre todos los participantes, no sólo tendrás el saco lleno de monedas, tu renombre aumentará e incluso podrás acudir al banquete del castillo.

Armados y preparados para la batalla

Al igual que en sus anteriores entregas, Mount and Blade 2: Bannerlord cuenta con un sistema de habilidades y atributos, que se aplica tanto al personaje principal como a sus compañeros.
Para subir el nivel de nuestras armas favoritas bastará con darles uso. De este modo iremos desbloqueando nuevas habilidades.

Obviamente, subir de nivel a nuestros compañeros por igual es muy importante si vamos a viajar con ellos, ya que nos ofrecen ventajas tanto en combate como fuera de él.
Sanar a nuestras tropas más rápidamente, encontrar el rastro de un ejército e incluso comerciar con mejores precios, son sólo algunas de las más útiles.

Una de las cosas que más me gustan es el hecho de poder armar hasta los dientes a mi equipo, e ir a juego con mis compañeros.
Podemos elegir entre una gran variedad de armas y armaduras.. Desde cotas de malla a un simple peto de cuero, podemos vestir a nuestro personaje como mejor convenga. Y lo más importante, todavía queda contenido nuevo por llegar.

Recuerda, no conquistas nada, con una ensalada! Ni tampoco con compañeros en enaguas.

Algo a destacar de este Bannerlord es una funcionalidad nueva que muchos esperábamos.
¡El crafteo de armas! Aunque aún está un poco verde, poder forjar tu propia espada hace que las batallas sean todavía más épicas si cabe. Si os gusta ser el herrero de la casa, no dudéis en echarle un ojo a las forjas de las ciudades.

Hombres, escudos arriba

A la hora de reclutar a gente tenemos un gran abanico de posibilidades entre las 6 facciones. Cada una con sus fortalezas y sus debilidades. Junto con nuestro nivel, renombre y capacidad de liderazgo, aumentará la cantidad de hombres que podremos reclutar, así como la calidad de éstos.

Lo más importante es mantener las tropas con la moral alta y, por encima de todo, con el estómago lleno. Un ejército sin comida tardará muy poco en desertar. Pero con oro en los bolsillos y un plato caliente en la mesa, tus tropas estarán listas para luchar en cualquier momento. Lo que más me gusta de reclutar es coger a simples aldeanos y verlos sobrevivir batalla tras batalla. Con tiempo y dinero, verles convertidos en soldados de élite es muy gratificante. Ay, lo que me gusta ver sudar a mis minions.

En combate no sólo tenemos que estar atentos a nuestras tropas, nuestra vida también está en peligro. Quédate atrás con tus arqueros y acribilla al enemigo con tu arco, o lánzate al asalto con tu infantería como un buen kamikaze. Lo importante es que, mientras acabamos con nuestros enemigos, vayamos dando órdenes a nuestros hombres según la situación.

La belleza de la guerra

Con el nuevo motor y la mejora en la calidad gráfica, los campos de batalla a rebosar de enemigos son un espectáculo. Eso sí, si eres un jugador con un setup modesto, ándate con cuidado con la cantidad de moñecos que quieres que se vean, porque tu pc puede correr peligro de convertirse en un núcleo de fusión.
Desgraciadamente, en mi caso, debo limitar la cantidad de tropas visibles para poder jugar de forma fluida, pero eso no me impide disfrutarlo.

La entrega anterior, Mount and Blade: Warband, no destacaba precisamente por sus texturas, animaciones o calidad visual en general. Es un juego que, para su época, es de admirar por otros muchos motivos.
En esta ocasión, el estudio ha dado un paso de gigante y ha conseguido que Bannerlord destaque por la mejora gráfica. Talewords ha prestado atención a detalles tan pequeños como las riendas de los caballos o las capas de los soldados. La iluminación, las partículas, la sangre, el humo, son increíbles.

Por otro lado, el aspecto musical también debe llevarse un punto positivo desde mi perspectiva, y es que todos estos elementos fortalecen la ambientación de Bannerlord consiguiendo una buena inmersión del jugador.

Los muros deben caer

Antes he nombrado los asedios, y es que no podía olvidarme de hablaros de ellos, ya que también han mejorado considerablemente. Cada uno puede ser un mundo totalmente diferente, dependiendo de los recursos y el tiempo que tengas. Además contamos con una buena gama de maquinaria distinta: onagros, arietes, balistas, torres de asedio y mi favorito, el trabuquete.

Durante la preparación del asedio intentaremos romper los muros o, al menos, dejar al enemigo sin defensas. Tras todo eso, lanzaremos nuestro ataque final. Con las torres de asedio y los arietes nuestras tropas serán capaces de atravesar los muros y conquistar al enemigo.

Spoiler: El aceite ardiendo duele, y los arqueros defensores tienen muy buena puntería. Atentamente: Pepito “Tuerto Chamuscado” Palotes

Juegos reunidos Bannerlord

Por último y no por ello menos importante, el juego cuenta con modo Multijugador, y nos ofrece tres tipos de partidas.

Modo Capitán

Los jugadores deberán conquistar banderas junto a sus tropas y el equipo.

Modo Emboscada

Partidas de 6x6 jugadores donde gastaremos puntos para usar al mejor soldado que tengamos disponible y eliminar al equipo contrario.

Modo Asedio

Un equipo defiende el castillo mientras que otro tiene que tomarlo.

Confieso que el modo multijugador no es lo mío porque prefiero la tranquilidad del offline, pero es cierto que las partidas son rápidas y divertidas. Vale la pena darle una oportunidad y si aún así no os convence siempre podéis volver a la campaña.

Bannerlord tiene muchísimo contenido y potencial. Las horas que le he podido dedicar han hecho que la espera, de 8 años, haya valido la pena. Si sois como yo y os encantan las batallas, construir un personaje único y llevar a la gloria vuestro clan, deberíais darle una oportunidad.

Si los caballos y las espadas no son lo vuestro, siempre podéis poneros el casco de astronauta y viajar a las estrellas con Elite Dangerous, otro de mis juegos favoritos de este año que he analizado con mucho amor.

Tras este análisis recordar que podéis encontrar este juego en Steam, Epic Store y GOG.

¡Nos vemos en Calradia!